Kinderen en huisdieren: Slaapt jouw kind met zijn huisdier?
No hay imagen más tierna que la de un niño y su mascota tomando la siesta, envueltos en la ternura de una amistad única. La conexión entre un pequeño y su peludo amigo es una escena que derrite corazones y nos recuerda la pureza y lealtad que las mascotas pueden ofrecer.
Pero hay que preguntarse: ¿Es conveniente que la mascota comparta la cama con tu hijo o está bien que permanezca en la habitación?
Dormir con la mascota en la cama: cuándo puedes hacerlo y cuándo no deberías
Hay diversos estudios de la revista Sleep Health o de la Concordia University de Montreal, que vinculan la calidad del sueño de los niños con sus mascotas y señalan que es positiva, pero la realidad se vive con la experiencia personal.
En nuestro equipo, algunas consideramos que una cama para perro, al lado de la cama de los niños puede ser una buena opción y otras permitimos que compartan la siesta en una misma cama.
Lo que realmente nos dimos cuenta y seguramente lo has vivido o vivirás, es que cuando nuestros hijos se van de casa y tienen un gato o un perro, el gato es el dueño de la nueva casa y quien toma las decisiones de donde duerme, mientras que los perros muchas veces duermen en la punta de la cama.
Beneficios de que mascotas y niños compartan la cama
La convivencia entre niños y mascotas en la hora de dormir puede tener ciertos beneficios, aunque es importante señalar que no es indispensable que un niño comparta su cama con su mascota. Aunque esto puede tener aspectos positivos, la decisión de permitirlo debe ser tomada con precaución.
Algunos beneficios de permitir que tu hijo comparta la cama con su mascota incluyen:
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Sensación de compañía y seguridad: La presencia de la mascota brinda al niño una sensación de compañía, contribuyendo a que se sienta más seguro en su habitación.
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Reducción del estrés y ansiedad: La interacción con la mascota puede ayudar a reducir los niveles de estrés y ansiedad en el niño.
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Mejora del estado de ánimo: La compañía de la mascota puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo del niño, proporcionando consuelo emocional.
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Facilita conciliar el sueño rápidamente: La presencia de la mascota puede crear un ambiente reconfortante, ayudando al niño a conciliar el sueño de manera más rápida.
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Aumento de la calidad del sueño: Dormir junto a la mascota puede contribuir a un mejor descanso, mejorando la calidad del sueño del niño.
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Desarrollo de responsabilidad: Compartir la cama con la mascota puede fomentar la responsabilidad en el niño, ya que se involucra en el cuidado de otro ser vivo.
Cuándo los niños no deben dormir con el perro o el gato
Aunque es tentador pensar en que los niños compartan la cama con sus adoradas mascotas, es esencial examinar detenidamente las implicaciones de esta práctica.
Vamos a explorar algunos aspectos clave que deben considerarse.